lunes, 23 de noviembre de 2015

« EROICA » Ludwig Van Beethoven

LA OBRA

Ludwig van Beethoven (Bonn, 1770 – Viena, 1827) alumbró en los primeros años del siglo XIX una obra revolucionaria. Estrenada en un concierto privado a finales de 1804, su Tercera sinfonía abrió las puertas del romanticismo de forma estruendosa. El genio del tormentoso compositor construyó una obra maestra en uno de sus momentos más difíciles, con incipientes problemas de audición, pensamientos suicidas y alejado de la fastuosidad de Viena. Una sinfonía que trascendería lo musical por un nombre escrito en su primera página: Bonaparte.
Después de cuatro meses de conciertos privados y algunos retoques, la Tercera sinfonía se estrenó al público en el Teatro an Der Wien el 7 de abril de 1805. No dejó indiferente a nadie. La ‘Heroica’ no solamente era mucho más extensa que cualquier otra sinfonía creada hasta el momento, sino que rompía con el formalismo y el equilibrio del clasicismo. Era profundamente innovadora y poderosa. Era música romántica. Un primer movimiento de casi veinte minutos de duración que comenzaba con dos sólidos acordes anunciando uno de los temas. Una emotiva marcha fúnebre, composición de posible inspiración francesa y que pudo haber sustituido a una marcha triunfal que se convertiría años más tarde en el último movimiento de la Quinta sinfonía. Un Scherzo jovial en el tercer movimiento y un enérgico ‘finale’.
El periódico ‘The Allgemeine Musikalische Zeitung’ reseñó el concierto de la siguiente manera: “El nuevo trabajo de Beethoven tiene grandes y atrevidas ideas, y como podemos esperar del genio del compositor, está poderosamente llevado a cabo. Pero la sinfonía ganaría inmensamente si Beethoven hubiese decidido acortarla e introducir en ella más claridad y unidad”.
Tuvo que pasar otro año más para que titulase su obra ‘Sinfonía Heroica, compuesta para festejar el recuerdo de un gran hombre’, como finalmente ha pasado a la historia. Ese héroe había sido Napoleón y no dejó de interesar a Beethoven. En 1820, el compositor confesó que con el paso del tiempo había “llegado a un acuerdo con él” y al año siguiente, enterándose de su muerte en Santa Elena y aludiendo al segundo movimiento, la marcha fúnebre, comentó: “Yo ya escribí la música para este trágico momento”.
Y pese a todo, el héroe y protagonista de la Tercera sinfonía no es Napoleón, sino el propio Ludwig van Beethoven.

EROICA Y NAPOLEÓN

La sinfonía fue dedicada como homenaje a Napoleón Bonaparte, el general que había conducido la lucha por la libertad de Francia, pero el compositor airadamente retiró la dedicatoria cuando Bonaparte se coronó emperador. La naturaleza poderosa, liberadora, heroica de la Tercera Sinfonía es inconfundible, cualquiera que sea el grado de influencia que Bonaparte haya tenido realmente en su composición.


Beethoven sentía una profunda ambivalencia con respecto a Bonaparte. Se identificaba con este hombre que ascendió por su propio esfuerzo y que, por lo menos al principio de su carrera, luchaba por la libertad, la justicia y la igualdad. Admiraba el valiente liderazgo del francés y, como muchos intelectuales europeos de la época, aplaudió la restauración del orden en la Francia posrevolucionaria realizada por Bonaparte. Pero también Beethoven deploraba las continuas guerras de conquista. Ya en 1796 Beethoven componía canciones patrióticas antinapoleónicas. Reaccionó con dureza contra la sugerencia de un editor en el sentido de que compusiera una sonata homenajeando a Napoleón:

"¿Es que todos ustedes, caballeros, han caído presas del demonio, para sugerir que yo componga una sonata semejante? Bueno, tal vez en el momento de la fiebre revolucionaria, tal cosa hubiera sido posible, pero ahora, cuando todo está volviendo a deslizarse por los viejos carriles... ¿escribir una sonata de esa clase?... Pero, por Dios, semejante sonata -en estos nuevos tiempos cristianos- ¡oh! ¡oh!, no deben contar conmigo. No obtendrán nada de mí."

Un histórico testimonio nos llega a través de Ferndinand Ries, alumno de Beethoven:
“En aquel momento, Beethoven sentía la más alta estima hacia Napoleón y lo comparaba con los grandes cónsules de la antigua Roma. (…) Yo fui el primero en darle las noticias de que Bonaparte se había declarado Emperador, tras lo cual estalló en cólera y exclamó: “¡Así que no es más que un común mortal! Ahora también pisoteará los derechos del hombre y se abandonará únicamente a su ambición. ¡Se ensalzará a si mismo sobre los demás convirtiéndose en un tirano!” Beethoven fue a la mesa, arrancó la portada, la partió por la mitad y la lanzó al suelo”.
Existe aún el manuscrito que tiene escrito el nombre Bonaparte en la primera página. Pero cuando Napoleón se autoproclamó emperador, la transformación del héroe de mil batallas chocó con el espíritu republicano de Beethoven (hoy le llamaríamos demócrata) quien era contrario al sistema monárquico. En un arranque de ira (principal característica de Beethoven, pues al parecer también era humano), el compositor tachó el ilustre nombre; aún se puede advertir el papel maltratado por la fuerza ejercida al tachonearlo.

MOVIMIENTOS

PRIMER MOVIMIENTO Compás de 3/4 en Mi bemol mayor : Allegro con brio
(Duración aproximada 16’ 55 min.)
Estructura: forma sonata tripartita, con tres secciones: Exposición- Desarrollo- Reexposición.
En la Exposición, el tema principal (A) no tiene una especial personalidad melódica. Presenta cierto parecido con el tema inicial de la Obertura para Bastien un Bastienne (Singspiel de Mozart). El tema A está formado por una sencilla figura triádica que sufre variaciones durante todo el movimiento. Hasta la coda final no vuelve a tener la forma regular del comienzo.
En el Desarrollo escuchamos un nuevo tema, lo cual es muy significativo en cuanto que en esta sección no suele aparecer nuevo material temático. Destacando su carácter dramático, el compositor no lo trata como elemento de contraste, como solía realizarse en la sinfonía clásica. El tema es resuelto en la coda final y se presenta en la variante menor de la tonalidad principal, en mi bemol menor. En esta sección central de la sinfonía, apreciamos un proceso tonal complejo que nos proporciona una dimensión dramática del movimiento. El empleo del fugato nos lleva a una serie de secuencias, en las que destaca las enérgicas síncopas, que nos conducirán a un climax disonante. La llegada a la tonalidad lejana de Mi menor es un acontecimiento señalado con la introducción de nuevo del tema.
La Reexposición es ampliada por la coda final, que tiene grandes dimensiones, por lo que hay que considerarla mucho más que una reafirmación conclusiva de la tonalidad principal. La coda toma aspecto de segundo desarrollo, y adquiere la finalidad de reequilibrio estructural, ya que la reexposición no había sido suficiente para este fin.

SEGUNDO MOVIMIENTO Compás de 2/4 en Do menorMarcia funebre. Adagio assai
(Duración aproximada 12' 50 min.)
  • Se dice que Beethoven al enterarse de la muerte de Napoleón, comentó "Yo ya escribí música para este triste hecho".
  • Movimiento lento cuya duración rivaliza con el primer movimiento.
  • Con un contorno general sencillo: Do menor (1ª sección)- Do Mayor (sección central)- Do menor (recapitulación: sección variada).
  • Contenido afectivo. Seriedad.
  • Aspectos a destacar en cuanto la instrumentación: Los contrabajos tiene su parte propia, no duplican a los chelos, y tienen efectos sobrecogedores de imaginería sonora fúnebre. La trompeta tiene una intervención militar en la sección central, en el clímax.
  • Aspectos formales: doble fuga en la recapitulación, que no es un simple retorno, sino la expresión de dolor todavía más intensa.
TERCER MOVIMIENTO  Compás de 3/4 en Mi bemol mayorScherzo. Allegro vivace
(Duración aproximada 5'50 min.)
  • En este agitado movimiento se muestra por primera vez el potencial de este tipo de movimiento como composición sinfónica.
  • La idea melódica del tema principal no es tan importante como el misterioso sonido logrado con las negras staccato, en incansable movimiento hormigueante.
  • La melodía del tema se define en la entrada del oboe pero no aparece en configuración estable hasta el final del Scherzo, como ocurría en el primer movimiento de la sinfonía.
  • En la instrumentación destaca la escena de caza del Trio. Utilización de tres trompas.


CUARTO MOVIMIENTO Compás de 2/4 en Mi bemol mayorr: Finale. Allegro molto
(Duración aproximada 11'25 min.)
  • El compositor vuelve a realizar en una escala más ambiciosa la idea de sus Variaciones Op. 35.
  • El tema, que es utilizado como base para las variaciones, no se presena de inmediato. Primero se expone al unísono, el "Basso del tema", y la contradanza, que se supone que es el tema, aparece tras una serie de elaboraciones que forma la primera sección, la cual su textura polifónica es cada vez más señalada.
  • El tema también aparece en la Contradanza Wo 014, nº7 y en el Ballet "Die Geschöpfe des Prometheus" Op. 43.
  • Este movimiento exige para la orquesta un gran virtuosismo.
  • Su estructura formal miento es difícil de describir en pocas palabras. Se puede decir que consiste en una serie de episodios contrapuntísticos. Algunos de ellos son fugas muy complejas, cuyo carácter oscila entre lo dramático y lo humorístico. Se incluye también pasajes de estilo militar o de tipo brillante, entre otros.

INSTRUMENTACIÓN

Originalmente se escribió para:

  • 2 Flautas
  • 2 Oboes
  • 2 Clarinetes en Sib
  • 2 Fagotes
  • 3 Cornos (1º en Mib, Do y Fa; el segundo en Mib y Do, y el tercero en Mib)
  • Trompetas en Mi bemol y Do
  • Timbales en Mib y Sib (en el primero, tercero, y 4 movimientos) y en Do y Sol (en el segundo movimiento)
  • Violín I
  • Violín II
  • Viola
  • Violoncello
  • Contrabajo



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